domingo, 8 de octubre de 2017

Diferencias

¡Qué pesadita estás con el tema!

¿Con cuál en concreto?

Es verdad. Me olvidaba de que últimamente tienes más de un tema para escribir en el blog.

¿De las clases?

Bueno, vale. Dos temas.

De burnout no hablé mucho.

¿De qué?

Ves.

Ah... Lo de quemarse no, pero tiene que ver con eso. 

Tiene que ver con eso... Mmm... 

Y con lo que acabas de hacer.

¿Qué tiene que ver la encuesta semanal con eso?

Joder, después de tres semanas de curso, ya era hora que le mandaras la encuesta ¿no?

Esperé el tiempo que consideré oportuno para hacerlo. 

¿Como cuando hiciste la primera encuesta?

Algo parecido. Se me ocurrió hacerla porque leí un post sobre alguien que lo hacía con un fin específico. Y decidí probar y como a las dos nos gustó decidí continuar.

Vamos, que si no le hubiese hecho gracia la idea, no hubieses seguido.


No. ¿Qué sentido tendría hacer la encuesta? Hay muchas propuestas que se quedaron como propuestas y no continuaron, fueran por los motivos que fueran. De hecho, recuerdo que en unas semanas se me olvidó enviarle la encuesta y me dijo que si no lo íbamos a volver a hacer. Ese es uno de los motivos por los que seguimos utilizándola. 

¿Sigues sin saber de qué va el tema?

¿Te crees que no lo sabía desde un principio?

No te hagas la lista que al principio no sabías de qué iba el tema.

Que no supiera cómo empezar el post no quiere decir que no supiera el tema en cuestión. De hecho si escribo en el blog es porque atiendo a las diferencias.

¿A cuáles?

¿Qué es una diferencia?

Tú sabrás, a mí no me metas. Tú eres la que escribes.

¿Un cambio provoca una diferencia o una diferencia provoca un cambio?

¿Qué fue antes: el huevo o la gallina?

Eso tiene explicación científica, pero no recuerdo cuál.

Es curioso, porque tu pregunta también tiene una explicación pero no sabes cuál es.

Si hay algo diferente es porque se ha producido un cambio. 

O se ha producido un cambio porque hay una diferencia.

Es lo mismo.

¿Segura?

Depende de lo que cada uno entienda por diferencia.

Y por cambio.

Vamos a ver... Si algo ha cambiado, es porque eres capaz de identificar un cambio, sea del tipo que sea, y eso hace que haya una diferencia entre lo que había antes, durante y después.

Entonces ahí hay varios cambios. 

No tiene por qué.

Claro que sí.

Claro que no. ¿Te acuerdas de la sesión de "Do the opposite" de PDD?

Como para olvidarme, te estuviste riendo cada vez que puso el vídeo. 

Eso no es lo importante, y me sirve de ejemplo también. ¿Qué aprendiste?

Que por más que supieras lo que iba a pasar, te ibas a reír igualmente.

A parte.

Que hacer cosas diferentes no implica un cambio.

No... Espera... No es del todo, pero no vas mal encaminado.

Joder, el hombre hacía cosas diferentes, contrarias a las que hacía normalmente, para cambiar.

¿Y qué quería cambiar realmente?

Tanta memoria no tienes. Pero realmente no estaba atendiendo a lo que deseaba cambiar en sí, sino a hacer cosas diferentes haciendo lo opuesto a lo habitual. Aunque hacer lo opuesto no le hacía generar el cambio que deseaba.

Igual debería volver a ver el fragmento, porque no recuerdo los detalles exactamente. 

¿Cómo puedes cambiar algo, queriendo cambiarlo, sino sabes el cambio que quieres generar, hacia dónde quieres apuntar, hacia dónde quieres llegar? ¿Cómo puedes evaluar un cambio o saber qué tipo de cambio necesitas? ¿Puedes evaluar un cambio sin que se haya producido?



miércoles, 4 de octubre de 2017

Una "buena" clase

Cuando empecé la carrera, recuerdo un día que me llamó la atención. Fue una situación extraña para mí porque era la primera vez que veía como un profesor esperaba para entrar en una clase que impartía él, pero que no podía entrar porque estaba ocupada. Estaba sentado en un banco del pasillo y recuerdo que entré muy decidida al pasillo hasta que le vi. Era la primera vez que yo llegaba antes de lo habitual, ahora no recuerdo el motivo, porque siempre que iba a la clase de ese profesor, él ya estaba dentro.

Además estaba sóla y decidí sentarme lo más lejano posible de él. Me parecía mal irme cuando ya me había visto y no recuerdo si hablamos pero sí de la situación en sí y de cómo me sentí en ese momento.

Es curioso cuando ves a un profesor fuera del contexto en el que normalmente está y cómo puede afectar esa diferencia de lugar al tipo de conversación o ausencia de ella. Y es más curioso cuando tú misma te conviertes en profesora. La sorpresa que te llevas cuando ves a un profesor fuera del contexto de aula o de centro no se vive de la misma manera siendo alumna que siendo profesora. Al menos para mí hay diferencias al respecto.

La semana pasada leí un post del profesor que me encontré en el pasillo hace años en el que reflexionaba acerca de las diferencias en cuanto al disfrute de las clases y a la facilidad o dificultad de adaptarse a los contenidos en función del número de alumnos que tenían en las clases, tanto él como sus compañeros de trabajo, y la manera que él tenía de atender a los procesos de aprendizaje y no tanto al contenido en sí. También me comentó él a nivel personal que las clases que había tenido hasta el momento habían sido "buenas".

Llevo un tiempo pensando precisamente acerca de eso: ¿qué significa para mí una "buena" clase? ¿Tiene que ver con el grupo? ¿Tiene que ver conmigo? ¿Tiene que ver con lo que haya pasado antes? ¿Tiene que ver con lo que vaya a pasar después? ¿Tiene que ver con lo que ha pasado durante la clase?¿Tiene que ver con que me guste lo que hago? ¿Tiene que ver con que disfrutemos de las clases? ¿Tiene que ver con el tipo de dinámicas que hacemos? ¿Tiene que ver con el lugar donde damos las clases? ¿Tiene que ver el sentido que le demos a lo que hacemos? ¿Tiene que ver con la predisposición que tengamos a la hora de realizar la clase? ¿Qué tiene que tener una clase para ser "buena"?

En mis clases, generalmente no me centro en el contenido en sí porque en la mayoría de los casos no tengo ni idea de los contenidos que vamos a trabajar. Algo que sería relativamente fácil de descubrir por mi parte si viera los índices de los libros que utilizan mis alumnos en clase o actividades que plantean los profesores de mis alumnos. Pero no es algo que me importe en exceso, aunque según qué contenidos tengo que trabajarlos previamente para comprenderlos, pero para eso tengo que saber cuáles son.

Lo cierto es que no me preocupa demasiado no saberlos porque aprovecho esas oportunidades para que los alumnos me lo expliquen. Ese momento me encanta porque si la profesora no lo sabe comienzan los problemas. Si la profesora no lo sabe, difícilmente lo va a saber el alumno (o eso se piensa el alumno). Pero hay veces que miento  diciendo que no sé algo cuando realmente lo sé porque justamente quiero que ellos sepan que si no lo sabe la profesora no tiene nada que ver con que no lo sepan ellos, que tienen estrategias para poder aprender sin necesidad del profesor y que yo también aprendo con ellos y de ellos.

En el curso de verano, hice una dinámica que consistió en que en un grupo de 8 repartí varios papeles que debían ordenar para formar una historia. Esas eran las indicaciones que tenían: rellenar los huecos con las palabras que tenían y colocar la historia. Disfruté mucho la experiencia no sólo por lo que hicieron sino por cómo lo hicieron. La historia no era más que una excusa para que utilizasen no sólo las estrategias individuales, sino que debían compartirlas, dar un sentido conjunto a todas las tarjetas que tenían y reconstruir una historia entre todos.

Sigo dándole vueltas a lo que implica para mí una buena clase... Sobre todo porque si algo se considera como bueno es porque tiene previamente una idea de cómo sería una clase ideal y porque la comparas con otras clases que has tenido en una especie de línea graduada y secuenciada en la que los extremos se encuentran la "buena" clase y la "mala" clase. En función de las experiencias que vayas teniendo la línea variará y según la relación que tengas con la propia línea, el sentido que le des o el significado que tenga para ti organizar de esa manera las experiencias también cambiará.

O puede que ni siquiera evalúes las clases.

O sí las evalúes pero no de esa manera, sino más bien como una construcción propia que se encuentra influenciada por cómo estés tú en relación a ese día, qué estrategias tengas a la hora de afrontar las situaciones disruptivas, qué información seas capaz de atender o quieras atender, o estés dispuesta a atender, cuál sea tu capacidad de adaptarte o no a esas situaciones, qué quieras lograr en la clase y qué quieran los alumnos de esa clase, las expectativas... No es algo que dependa exclusivamente de mí, del profesor.

Dentro de una hora, tengo clase y no tengo ni idea de lo que vamos a hacer. No sé si será buena, mala, regular, mejorable, empeorable...