Hace unas semanas, en una de las clases particulares, noté cierto distanciamiento entre el alumno y yo. Una de las ventajas de ese tipo de clases, al menos para mí, es que me permite ver el aprendizaje desde un punto de vista más meticuloso, más minucioso y más detallado que estando con un grupo clase. Ahora mismo me resulta complicado y es uno de los motivos por los que he decidido escribir este post. Por eso, y porque hay dos conversaciones que he mantenido con dos profesores míos que me han dado que pensar sobre el tema.
Volviendo a lo que me pasó en la clase particular, le notaba triste y cansado pero no sabía el motivo, simplemente me comentaba que estaba cansado. Hasta que el padre me dijo que si me había dicho a nota del examen del libro de inglés. La verdad es que no me acordé de preguntárselo así que me dijo con la boca pequeña "un 1,8". Me sorprendí y le pregunté que qué le había dicho la profesora y me contestó "¡Que no me he leído el libro!".
Con eso tuvimos una conversación semanas antes porque el día de antes, apenas se había leído dos páginas. Le dije que si no lo entendía que pidiera ayuda o a la profesora o a quien fuera y que necesitaba organizarse mejor para la próxima vez. Luego estuvimos leyendo el libro juntos, incluyendo los nombres, el vocabulario más utilizado, las palabras clave y demás.
Pero su reacción, el hecho de que no me lo quisiera contar,me dio que pensar acerca de por qué no me lo había dicho. ¿Quizá por la conversación de la semana anterior? ¿Porque no estaba de acuerdo con el comentario que le había hecho la profesora? El caso es que él seguía reaccionando al comentario de la profesora porque sabía que él se había leído el libro pero la profesora le había dicho que no se lo había leído. Estaba en conflicto consigo mismo y era muy difícil continuar la clase estando en ese estado.
En la medida que pude, le intenté hacer ver que la profesora tiene su punto de vista, pero que tanto él como yo sabíamos que eso no era así. A lo mejor habían influido otros factores como entender la pregunta, responder a la pregunta, redactar las preguntas, comprender el vocabulario... y otros muchos que no soy capaz de incluir porque no tengo tanto información al respecto, pero intuyo que pueden ir por ahí las cosas. Así que le dije que podía hablar con la profesora sobre el tema. Y así fue, pero por lo que me comentó no sirvió de mucho.
La semana pasada, le dieron la interevaluación (un informe que elaboran los profesores, creo que es en 1º de la ESO pero no sé si en 2º también, proporcionando información cualitativa a los padres sobre el proceso entre las evaluaciones) y justamente el comentario de la profesora decía algo así como que lo tenía muy difícil para aprobar la asignatura. Al ver con él la interevaluación, hice más hincapié en el comentario de la profesora porque creo que ella también estaba reaccionando al redactar ese comentario.
No es la primera vez que veo a profesores que actúan así y dicen ese tipo de comentarios sin tener en cuenta realmente las repercusiones que pueden tener en los alumnos. Mi primera tutora del colegio cuando hice las prácticas tenía claro que una niña iba a repetir curso en diciembre. Y sorprendentemente, la niña repitió.
Así que le dije que el comentario de la profesora estaba fuera de lugar y que no pensase que iba a ser difícil aprobar la asignatura, porque todavía queda mucho tiempo. Le dije que íbamos a trabajar los dos para que eso no ocurriera. Para mi sorpresa, el miércoles me comentó que había hablado con la profesora sobre el comentario que le había puesto en la interevaluación y la profesora le pidió perdón y le dijo que estaba cabreada el día que lo redactó. Le animó a que se esforzara más en los siguientes exámenes.
Era una sesión que estaba siendo complicada de por sí, porque él estaba manteniendo ese pensamiento y le estaba impidiendo atender a la clase en sí. Necesitaba tomarse un tiempo para identificar lo que le pasaba, analizarlo y decidir actuar o no. No podía iniciarse el proceso sin siquiera explicitar lo que había pasado.
Justamente lo que me pasa a mí, al menos en parte, con el grupo del Grado de Infantil. Desde hace 4 semanas, estoy realizando una suplencia de una asignatura que di en su momento cuando hice la carrera, pero que no fue especialmente una de las que más impactó. De hecho, al tener que volver a los apuntes no me acordaba de que hubiera dado eso en ese momento.
Anduve muy dubitativa durante las primeras semanas respecto a los contenidos de la asignatura, sobre todo en términos de comodidad y seguridad al tener que explicarlos, asumiendo que tenía el rol de transmitir los conocimientos. Me notaba que dependía mucho de la teoría a la hora de dar la clase y centraba mi atención a este tipo de procesos y no a otros. Y me he dado cuenta de que eso me impedía disfrutar de la sesión.
Una de las conversaciones que he tenido, precisamente esta mañana, ha sido con una profesora que me dio clase en primero de carrera, en una asignatura que poco tiene que ver a nivel de contenidos pero sí que tiene que ver con la manera que tengo de entender la clase en el contexto universitario. O al menos uno de los referentes que tengo a la hora de dar las clases en la universidad porque me gustaba la manera de dar las clases y de entender la profesión. Estuvimos hablado sobre varios asuntos que me preocupaban de cara a la asignatura en cuanto a cómo gestionar ciertos momentos en los que me resulta complicado no reaccionar y qué y cómo puedo hacer para dejar de reaccionar.
Siento cierta impotencia porque realmente no sé qué significa la asignatura para ellos o la carrera en sí o el hecho de ir a clase o el participar en clase o el estar físicamente en clase, sobre todo de cara a la carrera en la que están. Y habla la que más tiene que callar porque elegí magisterio porque un amigo lo hacía y en los primeros meses me di cuenta que realmente era lo que quería ser.
Entiendo que les preocupe la evaluación igual que a mí me preocupa cómo vayan a estar cuando yo no esté, cuando se incorpore el profesor. Quizá el no saber dar respuesta a sus dudas me hace dar más importancia y por tanto prestar más atención al tipo de preguntas orientadas a la evaluación. Pero para mí, el hecho de que sean evaluados no quiere decir que dependan de ella, que todo vaya orientado a ella, que su fin sea aprobar la asignatura y entiendo que los modelos previos que tienen acerca de la educación en sí esté condicionado por el modelo de fondo que hay en las etapas educativas de las que provienen y que ver el modelo desde el que uno parte es complicado pero muy necesario.
Hubo varios momentos a lo largo de la carrera que me planteé el modelo educativo que estaba siguiendo, en el que participaba pero que a la vez me producía ciertas disonancias con mi manera de entender la educación que estaba en proceso de desarrollo y que todavía sigue y espero que siga. Para mí, eso implicaba principalmente dos aspectos: diferenciarme del modelo en el que participaba (estuviera de acuerdo o no con él) y encontrar otro modelo distinto a los que conocía que incluyera los fundamentos educativos que en ese momento defendía.
Me hicieron replantearme qué sentido tenía para mí estar haciendo Magisterio en relación a para qué lo hacía, para quién y por qué. Uno fue en 2º y otro en 3º como respuesta a cómo habían actuado los alumnos ante un comportamiento de un profesor. Y cómo el profesor había gestionado eso o no.
En el caso en el que el profesor sí que había actuado me gustó que lo explicitara y que dedicara una sesión a compartir con nosotros lo que había estado ocurriendo durante semanas porque me permitió verlo desde una perspectiva diferente. Muy pocas veces un profesor mío ha dedicado tiempo y espacio para hablar sobre procesos activos que estaba teniendo lugar en ese momento. En ese caso era un dilema de los alumnos por un examen tipo test en los que los primeros que hacían el examen tenían peores notas que quienes lo hacían después porque algunos de los que lo hacían antes les decían las respuestas a los de después.
La manera en la que lo resolvió me resultó muy graciosa porque cambió una pregunta de lugar y las demás respuestas estuvieron mal. Recuerdo que me enfadé muchísimo porque los alumnos decían que era el profesor quien tenía que actuar, de hecho se lo dijeron abiertamente. Para mí el problema de fondo era otro muy distinto. ¿qué valoras: aprender de la asignatura o tener una buena nota sin saber nada de la asignatura? Me dio mucho que pensar esa sesión y me sigue dando que pensar.
Mi duda ahora es ¿cómo les hago reflexionar sobre el sentido que tiene para cada uno hacer lo que hace, para qué lo hace, para quién lo hace y por qué lo hace? ¿qué sentido tiene para mí hacerlo? ¿qué sentido tiene para ellos que lo haga? ¿el hecho de hacerlo hace que se atiendan a ciertos procesos? ¿o que se sensibilice a atenderlos? ¿qué procesos hay activos? ¿qué procesos somos capaces de atender? ¿cómo sabemos a que procesos atendemos?¿podemos seleccionar a qué procesos atender? ¿de qué depende que atengamos a unos procesos o a otros?