jueves, 2 de febrero de 2017

"¿Y eso para qué se lo han inventado?"



Hace un par de semanas, hablando con una compañera de fatigas, me comentó que estaba dando clases por las tardes en un instituto y que le estaba resultando complicado enseñar ciertos contenidos. Los aprendió en su momento pero necesitaba volver a aprenderlos para poder enseñarlos. 

Quizá sea porque es una parte esencial de mi trabajo que que tengo muy asumida y que considero básica para aprender, comprender, entender y enseñar lo que quieras aprender, comprender, entender y enseñar. Pero también es importante tener presente lo que significa para ti.

Por ejemplo, llevo unas semanas aprendiéndome la tabla periódica para mis clases particulares, buscando información, elaborando mis propios apuntes a partir de los cuales poder ver diferentes posibilidades para trabajar este tipo de conceptos. Además es un contenido nuevo, y sinceramente creo que no es fácil. 

Las semanas pasadas las dudas que tenía mi niña eran principalmente con este tipo de cuestiones relacionadas con la tabla periódica. Pero como no sabía exactamente las dudas que tenía, le pregunté qué era lo que no entendía y me contestó "no sé para qué se lo han inventado".

Y esa respuesta me dio que pensar. Primero porque creo que le mostraron la tabla periódica sin explicarle qué significaba y segundo porque yo, sin quererlo, había hecho lo mismo. Me replantee cómo me había aprendido yo la tabla periódica y qué significado le había dado yo. 

Es curioso pero le di sentido a la tabla periódica cuando llevaba un tiempo trabajando con ella. De hecho la entendí cuando empecé a formular. Las valencias, los electrones de la capa de valencia, los orbitales, las cargas positivas y negativas era algo que sabía que estaban en la tabla, o sea que no me lo tenía que aprender, al menos no los primeros años. Pero tampoco entendía la tabla periódica. Era una herramienta que me servía para jugar a formar moléculas y poco más. 

Tenía la sensación de que sabía cosas de ella, pero estaban metidas en cajones, eran conceptos inconexos que te aprendes como puedes y como quieres. Sabía la información explícita que había en ella pero no era capaz de ir más allá, de darle un sentido como unidad a lo que había aprendido, o a lo que yo llamaba aprender por aquel entonces.

Estos días me he acordado mucho de cómo entendía la tabla y cómo comencé a dar sentido y a construir mi propio sentido y significado de dicha tabla. Lo cierto es que me costó entenderla porque la comprendí en Bachillerato cuando llevaba 3 años trabajando con ella. Cada año la dábamos como si no la hubiésemos dado el año anterior pero un poco más ampliado.  

Mientras se lo explicaba a mi niña, notaba que tenía dudas mucho más básicas pero que justamente, y no sé el motivo, se explican en cursos superiores. O al menos lo entiendes de otra manera con los contenidos que das en cursos superiores.

Pero como no me dejo guiar e influenciar por los libros o por los contenidos que se suponen que son propios de una edad concreta, le expliqué a mi niña según el significado implícito de la propia tabla que yo le había aportado durante el tiempo que la utilizaba. 

Y el resultado fue fantástico  porque empezó a comprender ciertas cuestiones que estaban trabajando en clase y a adueñarse de la tabla. Ese momento de "Ahh" fue muy interesante para mí porque es cuando aprendes realmente, cuando tiene significado y sentido para ti lo que haces. 

En el instituto parece que aprendes para fuera, para que se te valore socialmente, para tus profesores, para tus padres o para tus figuras de referencia. Pero en la carrera, tal y como estoy empezando a experimentar en las últimas semanas, aprendes para dentro, para ti. O al menos yo lo viví así. 

Creo que esa es una de las claves de aprender: implicarte, participar y valorar lo que aprendes, cómo lo aprendes y por qué lo aprendes. De hecho, identificar que no lo estás haciendo y ser consciente de ello puede ser un buen indicio para empezar a hacerlo. Hay veces que tienes espacios y tiempos para hacerlo y no lo haces y otras en las que no dispones de ello pero desearías tenerlos. 

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