viernes, 1 de diciembre de 2017

Madurez

La semana pasada en clase, hubo un detalle que me llamó la atención. Sobre todo teniendo en cuenta que en las últimas semanas estoy desarrollando cierta sensiblidad y atención a notar ese tema desde que estoy leyendo sobre ello.

Bueno, leer leer... No leo mucho más que los títulos de los artículos o tesis que estoy buscando para tener más información sobre subtemas que entiendo que forman parte de mi tema. Lo que me da que pensar acerca de cuál es el tema que quiero trabajar porque hay varios que me interesa trabajar, sobre todo teniendo partiendo de las experiencias en las clases particulares (desde un punto de vista diferente al de profesora y alumna), en las prácticas (donde adopté un rol entre profesora y ayudante) y en mi propia experiencia como alumna.

Justamente por este último rol, y por el hecho de ver las experiencias que viví como alumna en cada uno de los niveles educativos en los que he estado desde distintas perspectivas, me hace darme cuenta de cómo se vive la experiencia desde ese punto de vista, diferente a las demás. Son diferentes entre sí, pero quizá el rol de alumna es el que más me llame la atención por cómo percibo que viven el contexto educativo en general y la relación con los profesores en particular.

Para mí, no tiene mucho sentido analizar la situación dentro del aula fijándose únicamente en los profesores o en los alumnos. Al menos en la muestra de artículos que tengo sobre temas como la motivación, el comprimiso, la depresión, el uso del móvil, la influencia de los estilos de apego tanto de padres y madres como de profesores y como de alumnos, la ansiedad, el quemarse en la escuela... generalmente se centran en uno de los participantes activos del aula (para mí los alumnos y los profesores). Activos no implica que participen sino que están presentes en un aula diariamente.

Relacionado con esto, hace unas cuantas semanas, escuchando la radio en el coche, oí una noticia sobre un nuevo término, al menos no sabía que tenía nombre, el presentismo laboral.

Es curioso porque los investigadores lo definían como la acción de ir a trabajar de manera presencial pero sin realizar todo el tiempo que estaban allí las funciones que debían cumplir. De hecho ponían el ejemplo de utilizar el wifi de la empresa para estar en las redes sociales o jugar a juegos de internet.

Reconozco que la foto que inicia el post es un ejemplo de presentismo laboral. No fue sólo una foto, sino más de las que voy a reconocer.  Este asunto, el del presentismo laboral, daría para un post de por sí.

El caso es que la semana pasada tenía clase para repasar el examen del día siguiente. El tema era de las operaciones con potencias y logaritmos. Con lo cual ibamos a repasar por medio de ejercicios. Mi idea era hacerlos primero individualmente y luego comparar los resultados y los procesos.

Pero hubo un cambio de planes porque uno de los aspectos que estoy trabajando con él de manera transversal son técnicas de estudio y organización a la hora de estudiar. No está acostumbrado a estudiar sólo y eso le dificulta a la hora de ponerse. Por lo tanto, la madre me propuso que hiciera los resúmenes, algo que normalmente hacemos los dos leyendo, entendiendo y explicando con nuestras palabras lo que hemos leído. Normalmente no hubiese accedido pero pensé que era una buena oportunidad de que él repasara sólo para el examen de matemáticas mientras yo resumía la parte del examen de ética.

Así que decidimos trabajar así hasta que terminara de subrayar. Pero cuando llevábamos una hora, serían sobre las 17:30 o 18:00 me dijo que le habían dicho sus amigos que el examen de Robótica era el día siguiente. A lo que le respondí que él me había dicho que era el lunes siguiente. Pero "han debido de cambiarlo". Suerte también que se enteró que tenía examen antes de ir a clase, al menos tenía tiempo de estudiar. De momento dejé estarlo hasta que terminamos la clase.

Después de terminar de subrayar y de que él se estudiara la parte de Robótica, estuvimos repasando el examen de ética. Y aquí tuvo lugar el comentario que hizo y que me dio que pensar.

La parte que están trabajando en ética son los inicios de la filosofía y estuvimos reflexionando sobre porqué pensaban como pensaban y el sentido que ha tenido para la humanidad  a lo largo de los años focalizarse en la epistemología y cómo a partir de ahí comienzan a surgir las diferencias entre las religiones, las políticas, las culturas, las sociedades...

No recuerdo porqué le surgió el comentario porque el hecho de que seamos los dos muy divergentes hace que no me acuerde de los motivos por los que salen los temas.  Pero me dijo que la asignatura de ética es muy importante porque te permite pensar y entender lo que ocurre y que no se da antes, en secundaria, porque los niños no tienen la madurez como para entenderlo.

Me encantó la reflexión que hizo, pero luego pensé en lo que había pasado en los momentos previos a esa conversación y me cuestioné qué significaba para él la madurez. Y si realmente se necesita cierto grado de madurez, supongo que intelectual, para llegar a comprender los contenidos de la asignatura. Cuentinándome también si realmente esos contenidos son popios de la asignatura de ética y filosofía o deberían ser transversales a todas las asignaturas independientemente del nivel educativo.

De hecho teniendo en cuenta el tipo de reflexiones y análisis, no sólo de este comentario en particular sino en todos los que he escuchado y escucharé en las clases, desde los distintos puntos de vista que explicité antes, me ha dado que pensar en cuanto a cómo enfocar la tesis, como uno de los posibles objetivos a conseguir.

Sigo dándole vueltas al asunto y de hecho tengo pensado en venderles el tema a  los chicos que doy clase y que ellos mismos me digan si les gustaría trabajarlo y lo más importante, si tienen sentido para ellos lo que tiene sentido para mí.