Últimamente, tengo la sensación de no escribir todo lo quisiera y que me escudo en no tener tiempo para hacerlo o en gestionarme los tiempos que tengo de manera diferente a como lo hacía antes. No es ni bueno ni malo, sino diferente. Pero justamente esa diferencia me hace valorar más poder tomarme mi tiempo y mi espacio para escribir.
En los últimos meses, me propusieron dar clases particulares a un chico de 4º de ESO y a un grupo de matemáticas del Grado de Magisterio de Educación Primaria. Disfruto mucho de las clases particulares, sobre todo porque me permite, y me permito, relacionarme de una manera distinta con los alumnos en comparación con la figura del profesor. Es un contexto más informal, más cercano y más personal e individualizado en el que se establece un tipo de relación diferente a la que se puede establecer teniendo grupos de alumnos.
Las clases particulares con el chico de 4º de ESO están siendo muy estimulantes para mí, sobre todo porque era un alumno de la clase en la que hice mis primeras prácticas de la carrera. Cuando le conocí, estaba en 6º de Primaria y no le había vuelto a ver desde entonces. Es muy curioso notar el cambio paralelo que hemos ido teniendo los dos a lo largo de los años. A varios niveles y en un contexto diferente, aunque en mis prácticas siempre intenté tomar una perspectiva diferente a la del profesor, o a lo que para mí era ser un profesor.
El grupo de matemáticas al principio era una persona, luego eran 4 y finalmente son 2. Aunque creo que eso cambiará en las próximas semanas, en la mayoría de las clases han seguido viniendo dos personas. No lo considero un grupo en sí, sobre todo porque son pocos, y porque estoy en proceso de generar el sentimiento de grupo. El contenido de las sesiones es de, de momento, una asignatura de matemáticas del Grado de Magisterio de Primaria, en el que yo fui alumna y llevo cerca de 4 años dando clases particulares a compañeros sobre cómo resolver los ejercicios. Centrándome principalmente en las operaciones en sí y dejando de lado la explicación escrita que debe acompañar a dichas operaciones.
Así que he decidido dedicar tiempo a que practiquemos eso. Se me ocurrió una manera poniendo los exámenes de años anteriores pero introduciendo una variable: el examen lo hacíamos los 3 juntos. No hay límites de hojas, no se solucionan dudas durante el examen y hay un tiempo limitado para hacerlo. Como si fuera un examen real, pero sin serlo.
El resultado para mí fue muy positivo. Me daba, y me da, igual la nota que tengas porque eso dependerá del criterio que tenga quien corrija y de otros factores. Además, la manera de corregir estaba más centrada en la explicación que en las operaciones. Cuando realizas las operaciones, cuando resuelves un problema matemático, llevas a cabo un proceso de organización de la información, de procesamiento de la misma y de resolución aplicando las operaciones oportunas que no es visible. Pero el hecho de que no lo sea, no implica que no exista y justamente ese hecho dificulta que no se atienda a ese proceso y que resulte complicado explicitar escribiendo el proceso en sí. No puedes resolver un problema si no llevas a cabo varios procesos simultáneos.
Lo gracioso del asunto es que en las clases no te ayudan ni te enseñan a explicitar ese proceso de reorganizar los pasos que sigo y a redactarlos. Pero creo que muchos de los problemas con las asignaturas similares a estas, tienen su origen en atender a este tipo de procesos, mucho más sutiles, volátiles y complejos que las operaciones en sí. Sobre todo porque un problema plantea varios problemas y tan importante es la solución como el proceso que te lleva a esa solución, No hay solución sin proceso de resolución.
En el primer examen que hicimos conjuntamente, surgieron varias cuestiones interesantes para mí que tienen que ver con las estrategias de resolver los problemas. Los ejercicios eran muy similares a los que habíamos hecho en las sesiones previas pero con la variación de tener que incluir las explicaciones. El hecho de que yo no tuviera ni idea de la solución y de que estuviéramos en la misma situación generó cierto descoloque en ellos. Aun así salieron sentimientos de frustración al no saber solucionar el ejercicio, bien porque no lo entendían o porque no sabían continuar. Cuando nos pusimos a corregir, cada uno de ellos explicó lo que había hecho y cómo lo había hecho, pregunté si comprendían el proceso de resolución de cada uno y después les expliqué cómo lo había hecho yo.
Una de las cuestiones más interesantes que salieron era que les resultaba complicado escribir lo que iban haciendo, ya sea expresándolo paso por paso o describiendo lo que habían hecho antes o después de hacerlo. Justamente por eso decidí incluir este tipo de examen, sobre todo porque a la hora de explicar y la manera en la que se hace guarda mucha relación con la resolución numérica. Escribir este tipo de procesos no es fácil porque son razonamientos que solemos tener muy automatizados y no nos paramos a pensar demasiado en el proceso. Pero entiendo que es un proceso básico para un profesor, al menos es muy importante en mi formación y desempeño.
Precisamente, las sesiones de matemáticas son las únicas que he mantenido esta semana porque ha sido la primera semana de doctorado, espero que de muchas, a la que he asistido. Eso me ha hecho no poder tener las clases particulares de las tardes de manera presencial. Sin embargo, me ha permitido dedicar tiempo a pensar sobre la tesis.
El tener las clases particulares no me quita tiempo para dedicarme a la tesis, pero sí que es cierto que en las semanas "normales" los tiempos que tengo son más reducidos y el momento en el que estoy hace que no tenga clara la dirección que quiero seguir. También tengo una escasa formación en metodología y en los distintos tipos de investigación, pero esta semana me ayudó a resolver algunas dudas que tenía.
La semana ha sido intensa por muchos motivos pero el principal ha sido el descoloque inicial. Sobre todo porque se hablan de conceptos diferentes, intuyo que son diferentes pero no sé en qué, algo que irá cobrando mayor sentido conforme avancen las semanas pero me sentí muy perdida.
Me resultó muy desafiante la experiencia porque me voy con muchas dudas y con muchas ideas de lo que escuché, de lo que vi, de lo que no hablé... Es curioso porque me resultaban muy interesantes ciertas cuestiones pero cuando escuchaba los comentarios, prefería no decir nada por la diferencia entre el tipo de comentarios que hacían y lo que yo quería compartir.
Procesos continuos y continuos procesos.